CAMBIO DE PLANES

12.10.2020

Hola Fofiamigos! Antes de nada os pedimos disculpas por el silencio de estos meses, hemos tenido bastantes turbulencias y no hemos podido dedicarle el tiempo que hubiésemos querido a nuestro preciado Blog, pero no os preocupéis, tenemos en cartera muchas cosas que os iremos contando. Empecemos por el principio.

Nos la veíamos felices en nuestro amado Ferrol cuando de repente un maldito virus proveniente de China nos truncó los planes de futuro, que no eran pocos. Supongo que como a ti, la vida nos ha dado un giro de 180º totalmente inesperado. Antes de continuar deseamos que tanto tú como tus allegados estéis bien y sobre todo fofisanos! El caso es que un día 9 de Marzo se declaró el estado de alarma, las semanas previas ya se vaticinaba una catástrofe sin parangón que haría mella en nuestra salud y economía. Aciagos tiempos desde entonces nos han tocado vivir. Allá por septiembre del 2017 hacíamos nuestra aparición por Ferrol con una proyección laboral interesante, en principio como mínimo 3 años con posibilidad de alargarlo (nuestra idea era de por vida). Desde nuestro primer minuto de contacto con Ferrol tuvimos un flechazo de amor a primera vista, y así hemos seguido y seguimos hasta el día de hoy.

Con la llegada del coronamierdas este de los co... a España a finales del 2019, y viendo la evolución de países cercanos como Italia o Francia, ya nos olía en la nariz que algo malo estaba por pasar. Con el paso de los meses y el colapso sanitario que se nos venía, cientos de empresas, de proyectos y de trabajos empezaron a caer como torres de marfil. En nuestro caso, un servidor al aparato se dedica al sector naval, que ya de por si es un sector con grandes fluctuaciones en el mercado en situación normal. Además, para más inri, trabajo en empresas de servicios para un astillero militar, con fondos públicos, por lo que ahora mismo no es un tema prioritario en la agenda de nuestros magníficos y preparados gobernantes.

Así que, de esta manera y con una hercúlea impotencia nos vimos obligados a abandonar nuestra tan amada, añorada y preciada tierra. Siempre hago la misma reflexión...después de tanto esfuerzo, preparación, dedicación, metas cumplidas con sudor y sudor y sudor...esperaba de la vida al menos poder elegir donde desarrollar mi vida y mi profesión. Lamentablemente a nuestra generación le ha tocado vivir una profunda contracción en el crecimiento socioeconómico. Debido a las circunstancias excepcionales, y a un repentino nuevo destino por parte de mi empresa nos vimos en la tesitura de cruzar España a nuestro nuevo emplazamiento en pleno estado de alarma, desde luego que conducir en el mes de abril de 2020 por las carreteras españolas era cuanto menos apocalíptico... ni un coche, ni un alma, solo camiones transportando lo esencial, comida, productos de primera necesidad y toneladas y toneladas de papel higiénico.

Atrás dejábamos grandes y queridos amigos, como nuestro selecto grupo de los chorbos. Grandísimos personajes de los que hemos aprendido que un cocido no tiene límites. Gracias a la tecnología seguimos en contacto de vez en cuando, y puedo seguir alguna quedada en remoto. También recuerdo a mis compañeros de trabajo, Marcos, Nacho, Tizón, Pilar...en fin, gente buena de verdad en la que se puede confiar, sin olvidar su semblante gallego que tanto les caracteriza, siesos de primeras, y cojonudos en confianza, aunque mi amigo Marcos sea un cabronazo con humor negro. Por fortuna al igual que con los chorbos puedo seguir en contacto casi a diario con ellos. Dejamos también atrás, pero en buenas manos a nuestro increíble grupo de Beer Runners ahora capitaneados por nuestro amigo Luc y ayudado por el señor Ángel, dos auténticos apasionados de correr... pero más aún de la cerveza fría, esperamos compartir km algún día con vosotros. Y por supuesto la gente anónima de nuestro barrio, la vecina que lavaba concienzudamente la ropa a diario, las cajeras del Eroski, la lotera, la de la floristería...con el corazón en la mano deseamos volver lo antes posible a la que hemos considerado y consideramos nuestra casa.

¿Y ahora qué? ¿Qué es de nosotros? Bueno, no hay mal que por bien no venga. Si bien es cierto que dejamos atrás a nuestra gente ahora en nuestro nuevo emplazamiento, tenemos un reencuentro. Efectivamente, volvemos a nuestro punto de partida ¡CARTAGENA! La mala noticia de tener que abandonar Ferrol fue levemente dulcificada con la noticia del nuevo destino, pues no nos imaginábamos en otro lugar que fuera este (entre los que había disponibles... ahí lo dejamos). El caprichoso destino nos devolvía a la tierra donde estos dos fofisanos se conocieron, y donde este par de amantes de la buena comida y de las rutas por la naturaleza empezaban sus andanzas, he de reconocer que tiene su encanto volver a pisar esta hermosa (pero calurosa y polvorienta) ciudad, sobre todo por lo que me une a ella. La vuelta a Cartagena fue en un momento extraño, y mis primeros días comenzaban con teletrabajo, en una nueva casa que no conocíamos y a la que aún no nos habíamos hecho. Con el paso de los días y con las medidas de seguridad pertinentes empezamos con los reencuentros. Volver a ver a gente de tu entorno después de un par de años siempre es gratificante, y además casualidades del destino, el conocido comando Cartagena al completo estaba de vuelta a sus orígenes. El comando Cartagena para el que no lo sepa está formado por tres individuos (y un anexionado, que es Alejandra) que partieron tiempo ha de Cartagena para Ferrol, encontrándose allí y compartiendo estos años. El destino mas tarde nos devolvió a todos aquí de nuevo, nos alegró poder volver a disfrutar de Marian y del esquivo Paco; sin olvidarnos de nuestro compañero de aventuras cartagenero Mauri.

Pero ahí no acaba todo, con el cambio de aires vino un cambio de empresa (algo digno de ver en plena pandemia y crisis económica). En la vida se presentan oportunidades y hay que estar abierto al cambio y aprovechando el cambio de localización, ¿Por qué no? Sin haberme desvinculado de mi amado e inestable sector naval ahora estoy desempeñando otras tareas en otro proyecto y aprendiendo cosas nuevas, conociendo gente nueva y conviviendo en lo profesional con viejos conocidos, por lo qué puedo decir que estoy a gusto y que me encuentro en mi salsa. Curiosidades de esto, por cierto, habiendo cambiado de empresa estoy en la misma sala que hace 2 años, en la misma mesa y en la misma silla... ¡casualidades del destino!

Resumiendo, la vida nos ha dado un giro de 180º de la noche a la mañana que nos ha pillado de sorpresa, pero como dice el refrán "adaptarse o morir". Poco a poco iremos contando y escribiendo entradas en el Blog, tenemos muchas cosas que contar, rutas que hemos hechos y rutas por hacer...y después de estos meses describiendo la cocina gallega y mostrando los majestuosos bosques vamos a cambiar de tercio, para mostraros la gastronomía murciana (que tampoco está mal) y el entorno de Cartagena (un poco seco, pero con su cierto encanto) ¡Hasta la próxima fofisanos! 

Os dejamos una foto de la cima del monte San Julián, con una vista espectacular del puerto de Cartagena.

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